El 30 de noviembre de 1957 Ann Hodges se despertó sobresaltada de una siesta en el sofá en su casa de Sylacauga, en el estado de Alabama. Algo le había golpeado fuertemente en el costado. Al principio, ella y su madre pensaron que la chimenea se había derrumbado, ya que estaba todo lleno de una especie de hollín o polvo gris . Después de la confusión inicial, Ann miró al techo, donde había un agujero por el que había caído una extraña roca que había rebotado en una radio para acabar impactando …