La noche de la cena bebieron con profusión hasta las 2.45 en un restaurante cercano al Senado. Habían planeado alojarse en un hotel de la capital, pero terminaron la noche en el dúplex de Alcorcón, donde Sabrina dijo tener un santuario para rituales. El domicilio, al que llegaron en el coche de Sabrina, estaba repleto de estampitas y velas. Allí, al alcohol ingerido durante la cena sumaron dos potentes drogas: cocaína y ketamina. Seguir leyendo . …
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